Todos los errores que podamos cometer
con los hijos en realidad no son errores y me refiero a todos los casos, aunque
pudieran parecer extremos. Cada persona tiene un nivel de conciencia y se
desenvuelve en la vida de acuerdo a ese estándar. Lo que hacemos, lo accionamos
desde esa perspectiva. Aquel que toma conciencia de que puede corregir algo, es
quien se ha elevado desde un nivel a uno superior y desde allí puede hacer las
modificaciones que estime convenientes.
Esta facultad de darse cuenta de lo
que podemos mejorar, es una gran posibilidad de progresar y ascender en la
escala de nivel de conciencia. No podríamos enmendarnos sin habernos dado
cuenta de que todo puede hacerse son mayor perfección. Si hasta la fecha tus
resultados no te tienen contento y conforme, puedes comenzar a mejorar desde el
instante mismo en que te das cuenta de eso.
En esto de equivocarse en la crianza
de los hijos existen varios aspectos. Quizás creas que has fallado porque tus
hijos no están obteniendo los logros que tu esperas, quizás ellos te estén
criticando por la manera en que lo hiciste, quizás te has dado cuenta de que
podrías haber hecho las cosas distintas o quizás simplemente tengas un miedo
interno de equivocarte antes de iniciarte en esta carrera de padres. Puede
haber muchos escenarios posibles, pero te diré que en todos los casos has
actuado y actuarás en el futuro de acuerdo a tu nivel de consciencia.
¿Qué puedes hacer entonces?,
simplemente tomar consciencia de lo que vas reconociendo y dedicarte a buscar
la forma de mejorarlo. Si hiciéramos esto de una manera neutra e inteligente,
te aseguro en poco tiempo avanzaríamos mucho y nos embargaría la grata
sensación de sentirnos cada vez más altos
y felices.
Pero no siempre avanzamos a esa
velocidad. Uno de los frenos más importantes que encontramos en el camino de
crecer como padres es el miedo y el otro, también muy relevante, es la culpa.
Cuando olvidamos que estamos en un camino de perfeccionamiento pensamos que
podríamos equivocarnos y esto lo consideramos una “falla” y no lo vemos como
una oportunidad de crecer y ascender por la escala de evolución.
Internamente podemos creer que la
crianza de los hijos es algo establecido, algo que tiene que calzar con un
prototipo adecuado y se nos olvida que hemos venido a recordar la perfección a
la que tenemos acceso. Nunca alcanzaremos la perfección que somos si no
aceptamos que podemos equivocarnos en el camino, sino esperamos hacerlo mal, sino
no aceptamos que podemos darnos cuenta de eso y si no aceptamos que podemos
corregirlo cuando lo detectamos.
La dicha como padres no se consigue
cuando hacemos las cosas perfectas, sino cuando advertimos lo que pudimos hacer
mejor y nos atrevemos a reconocerlo con el corazón. Nunca es tarde para enmendarnos
y siempre será hora de hacer algo.
Los años que han pasado o los años
que vendrán pueden ser sanados y reequilibrados desde el momento presente donde
hoy nos encontramos. Si existen historias terribles y dolorosas, hoy puede ser
un gran día para limpiar eso y dejar el camino más despejado. Quizás sea el día
en que termine una larga tradición de problemas que se vienen arrastrando de
varias generaciones en la línea transgeneracional de la familia.
El reconocimiento de algún error
puede ser corregido en cuanto se detecte y esa modificación puede dar lugar a
recobrar la paz que yace detrás del problema. No importa el tamaño de este
dilema, lo único que importa es su corrección.
Esta sanación no tan solo alcanzara a
los padres y sus hijos, sino que llegará a extenderse a las líneas ancestrales
de la familia que lo haga. ¿No es eso maravilloso?
¿Qué miedo puede haber detrás de esta
buena noticia? Tu ser superior está esperando que hagas algo al respecto. No
solo te aseguras de conseguir más felicidad al interior de la familia, sino que
además cumples con el plan que se había planteado para recibir tu aporte tan
necesario para la evolución. En este sentido, todo error es perfecto.
A veces la
vida te presenta situaciones difíciles de superar para ti, en las áreas de
salud, económica y/o relaciones. Sabes que estas situaciones las creas tú, pero
hasta la fecha no has podido comprender, como es que las estas creando, no
encuentras una salida y te gustaría que alguien pudiera ayudarte a ver cómo
salir de allí.
Patricia González.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas
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